05 abril 2011

Dios santo... que bello abril

Pensé que a esta altura de mi vida no existirían cosas que me enternezcan al extremo.

Ah… que equivocada estaba

Y es que no hace mucho vi una foto que me llegó hasta el alma; en esa foto estaba el chico ese que me estremecía en sueños cuando tenía yo 15 años, el chico al que buscaba entre tantos rostros en mi La Paz adorada, el chico que me tocaba la ventana (en sueños, siempre en sueños) de mi dormitorio y me invitaba a salir al jardín.

Mi adorado chico de ensueño, siempre en jardinera de jean, siempre en polera blanca (siempre), siempre tan flaco y desgarbado, siempre con la mirada dulce en unos ojos enormes y negros.

En ese entonces (a los 15) le achacaba el sueño a la mezcla de yogurt con duraznos que salvajemente había comido antes de dormir (tras la reta de mi madre por mezclar cosas que INEVITABLEMENTE me harían doler la pancita) y a un video musical que vi de niña y que me impacto por n razones: porque era una especie de pop muy bonito, porque los chicos eran tan desaliñados que no podían dejar de ser HERMOSOS y porque amo las jardineras de jean al punto que tuve sin vida a mi madre para que me compre una (y tenía 5 años y en trenzas me revolcaba en el pasto con la jardinera recién comprada).

Le achacaba el sueño a mi fascinación por los “imposibles” (ah… Lucybel… pero que chico de mas de 15 osaría vestir de jardinera?, si todos son tan increíblemente a “la moda”?), a que, presumía, el subconciente me jugaba una mala pasada al tenerme enamorada de un chico (en sueños) que era tan diferente a los chicos rockeros que en la vida real me traían de cabeza, a que se me había metido un “niño” precioso e imposible en mis sueños y que en fin… era solo un sueño.

Y entonces veo la foto y lo veo a él.

Y se me hace todo tan mágico que me sobrecoge y me aterra.

Me enternezco al extremo que hoy por hoy no puedo parar de verlo (en carne y hueso) y de pensar que a pesar de todas las situaciones por las que pasé, de aquellas que me hicieron una chica dura y desconfiada y a veces bastante extraña, aún, en el fondo, soy una niña de 15 años enamorada de un chico de jardinera que ríe y me saca al jardín al jugar.

Que en el fondo y pesar de todas las corazas que la edad y las malas experiencias me pusieron, aun puedo amar como si tuviera 15 años: con la inocencia y la confianza de quien ama por primera vez.

Tenía que ser abril para que el mundo se llene de magia, y sueños y una canción que hoy por hoy no puede ser más apropiada.

Gracias Fito una vez más por crear algo que puedo dedicar (ah... cuentos los días para escucharte en concierto en mi La Paz del alma) .

"Dios santo, que bello abril sos vos mi dulce Bo"


3 comentarios:

Adikia dijo...

Que bello post! Brindo por los 15 años y todas esas sensaciones. ¡Que bello abril! :)

Lucybel dijo...

Si... bello por infinitas razones pero creo que y mas que nada, porque es una época ideal: ni re fría ni re caliente, sin estación específica y por lo tanto sin reglas claras.. eso significa que ahora, hoy, en este mes y en este momento... todo es posible...

Saludos!!!

Participante dijo...

Lindo artículo. Bien por vos!!!