16 agosto 2008

De negro y cabello largo

Cuando se termina la U, cuando mucho de la "fortuna" que empieza uno a acumular depende del punto de vista de otro, cuando... después de insistencias miles (ya pues nos casaremos) y excusas alargadoras (espera a que termine la U, espera a que termine la tesis, espera a que consiga trabajo) ya no queda más que decir, es muy difícil seguir siendo rockero (a).
Al menos... eso dice mi padre.

No sé como sería en su generación (60-70 y algo de 80) pero creo que ésta, la que vivo, la que me permite trabajar y ser buena en lo que hago y al mismo tiempo llegar al trabajo vistiendo jeans descosidos en el botapié, chamarra de cuero, chalinas de colores y audífonos en los oidos, pues, SI lo permite.

Y al fin y al cabo, las responsabilidades no van de la mano del terno y el corte de cabello a lo conscripto o el traje dos pieza y tacos.

Cuando me presentaron a Gorf, ambos nos miramos con la misma idea en la cabeza (ella (el) ha hecho del rock una forma de vida). Él, abogado, era el director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) Cochabamba, la máxima autoridad en una entidad estatal.

A tiempo que bajaba el volumen de su laptop y se paraba para darme la bienvenida a su oficina (yo estaba en delegación) pude apreciar mejor al que sería mi jefe por unos días: jean negro super apreto, polera negra con SLAYER por inscripción, cabello hasta la cintura atado en una cola.

Años después, de visita en La Paz, con la misma pinta y el mismo largo de cabello Gorf me contaría que, en realidad mucho no infirió su rockera personalidad con el trabajo.

- La única diferencia entre un enternado (de terno) y yo es que YO digo lo que pienso y hago lo que creo es PARA mi correcto, si esto me deja sin trabajo NO me preocupa pues, responsablemente aun no me llené de obligaciones a las que responder. Primero hago un patrimonio para que, cuando tenga que decir: VAYANSE A LA M*ERDA no tenga reparos y no termine vendiendome.

Creo que es justo por esto que lo nombraron Director, creo que es JUSTO por esto que, cambiando el gobierno, votaron a muchísima gente del INRA, menos a él, creo que es justo por esto que practicamente le rogaron acepte un cargo de mucho (de mucho y muy jodido) compromiso en Tarija.

Ejemplos así, hay miles.

Y es que cuando el rock es parte de la vida de uno, cuando no es MODA, cuando se te mete al tuetano la idea de que NADIE tiene el derecho de pisotearte, de decirte como vestir, que decir, que pensar. CUANDO EL ROCK ES UNA FORMA DE VIDA, entonces... no hay edad, ni generación para decirle ADIOS a la greña larga y el negro severo y si bien algunos por libre voluntad decidieron bajarse un tanto el largo y matizar el negro con grises y azules (el cabello largo me hace ver más calvo... o el negro severo resalta mi ya abultada pancita) el "aura", la IDEA está presente.

Esto tenía en mente cuando este chico, presunto pretendiente, girando el tenedor en el plato (ya sin pizza) me dijo:

- Lucybel, yo también tuve mi "época" de rockero, mi cabello hasta los hombros y vestía de negro y demás pavadas. Está bien esto cuando uno es chico pero "hay que madurar".

Si en algún momento este niño tuvo la más mínima oportunidad de llegar a ser algo mio, fué en ese preciso momento que la perdió... y definitivamente.

Hilo mentalmente una excusa, cualquiera que me saque de este café y me aleje lo más posible de él pues, a esta altura, ya no me sale fingir y mi ya creciente repulsión a dicho individuo me supera.

Podría refutar, pienso, podría decirle que en realidad el ser rockero no es cosa de época, es cosa de actitud hacia la vida y de respeto hacía uno mismo, pero SE que no lo entendería, prefiero internarme en la noche paceña, recordar que mi Lobo amigo (abogado él tambien) tocará en el Puerta muy pronto y que el rock me comerá las entrañas el fin de semana.