25 abril 2011

ZZZZzzz


Son las 11:43 de la mañana y aun no me despierto del todo.

Estoy en la ofi y hasta donde tengo conciencia “creo” que estoy trabajando.

Trato de escapar a la realidad de mi somnoliento lunes y dirijo mi vista hacia el cuadro que adorna mi escritorio, cuadro que, valga la información, está ahí ex profeso. Su misión: alejarme de la realidad.

Una vez más me pregunto cuál sería la razón por la cual en aquellos tiempos (tan lejanos, tanto y tanto) llegarían a la conclusión de que el mundo estaba sobre 4 elefantes que a su vez se hallaban sobre una tortuga gigante que nada en un mar de leche. Cómo demonios llegaron a esa conclusión?

Ah… sueño…. y más sueño

Siento que la tortuga me mira y es su mirada anciana y llena de sabiduría la que me conmueve y me recuerda otra mirada muy vieja y mentalmente vuelvo al viernes y al frío de la noche y a aquella ancianita anónima que me mira y me dice en susurro: aquello que ves es idolatría, mientras señala la procesión de viernes santo.

Me siento atrapada en una mirada que vió mucho y que precisa compartir aquello que piensa y sabe.

No comparto lo que dice, pero no la contradigo porque sé que a diferencia de los “predicadores” que van casa por casa tratando de venderte el ATALAYA o de bajarte el largo de la falda, ella no me quiere vender nada, ella me está contando un “secreto”, su “secreto”, ella me cree merecedora de su sapiencia y entonces me la cuenta.

Agradezco y me voy y sus ojos me siguen, los ojos de la tortuga.

(bostezo ) sueño….

Otros ojos, húmedos ojos, se me vienen a la memoria y recuerdo mi charla con Reba. Reba y sus 23 años. Reba y su vivir en un país (acá con nosotros) que ni sabía que existía. Reba que está aprendiendo de forma acelerada y malvada y con demasiada carga lo que es trabajar en serio. Reba que sueña con bailar, que hace muffins para ganarse a los chicos del trabajo (me pareció tan “Legalmente rubia” la acción que, siendo que muchas de las bromas van justo a lo rubia y “tonta como todas las rubias” que puede ser, me re enterneció), que se rompe la cabeza tratando de entender y planificar y lograr cosas que logren expresiones como:“que chica más inteligente!”, “que excelente trabajo” sin lograrlo. Reba que se viste de rockera para caerme bien ("me puse una polera que presumo te gustará Lucybel"). Reba que llora en mi hombro porque TODO es demasiado nuevo, demasiado en solitario, demasiado pesado y a quien no se que más decir.

(su...e...ño...)

Me desperezo cual gato y decido que va siendo hora de un café, me levanto de la silla y la tortuga me dice: tráeme otro para mi Lucybel.

Me quedo tiesa en mi lugar y ya 100% despierta volteo a ver la tortuga.

Nada… sigue allí, quieta en el dibujo de mi escritorio.

Lucybel, va siendo hora que empieces a dormir en tu casa y no en el trabajo – me digo mentalmente y tras una risita nerviosa me voy a la cocineta por un café.

(Fucking imaginación).

2 comentarios:

David Lepe dijo...

y yo voy por mi café también, aunque sea ya martes y yo siga sintiendo que es lunes, saludos.

Perséfone dijo...

¿quien sabe? Es probable que la teoría de la tortuga que sustentaba al mundo sobre su caparazón surgiera a partir de uno de esos lunes de teodioso trabajo...

Imaginación al poder ¿no?

Un abrazo desde España.