15 junio 2010

IMPOSIBLES?


En noviembre del 2003 las cosas eran diferentes en mucho:

Bolivia se hallaba al borde de un cambio (bueno o malo, a esta altura es altamente discutible) y la verdad es que TODO podía pasar: que se fraccione el país, que exista guerra civil, que cambie radicalmente la forma de ser manejada la nación, en fin, Bolivia…. bueno, LA PAZ propiamente, era la “ciudad de la furia”. Habíamos pasado un octubre negro (negrísimo) con balas en las calles, con zozobra y llegaba un noviembre que traía, entre muchas cosas, un clima post apocalíptico: todos, cansados, queríamos que de una sola vez “pase el temblor”.

El 2003 no solo Bolivia pasaba por un proceso que, hasta entonces, yo solo había visto en películas; sino que en MÍ también estaban pasando cosas radicales, profundas que de alguna manera me hacían una profanadora de mi propio destino, TEXTUALMENTE estaba “desafiando al rito… destruyendo mitos” al enamorarme (como en mi vida lo había hecho) de la persona… menos pensada.

El 2003, entraba el “innombrable” (el nombre... es otra historia) en mi vida, un ser del que rescato (de lo bueno y lo malo) el que, sin darse cuenta, me enseñara mucho sobre mí, sobre mis límites más que nada pues su amor fue intenso y devastador (como lo son todos los “primeros amores” supongo) tanto que por fuerza me enfrenté a todos mis extremos. Él “uso mi cabeza… como un revolver” pero también me dió una conciencia nueva sobre mi capacidad de amarodiarmentirsufrirllorarreir (así TODO JUNTO).

(fue tan Fuguet y rock argentino que no se puede creer)

Viví un “amor amarillo”, no sé si lo recomendaría, pero sé que no me arrepiento de haberlo vivido.

En noviembre del 2003, para redondear la película de mi vida (que iba en 3D y con efectos especiales de última generación) llegaba Cerati a La Paz para el Festival musical de Paceña y como parte del tour de promoción del (entonces) último trabajo producido: SIEMPRE ES HOY.

Llegaba Cerati y completaba la imagen poniéndole el mejor soundtrack que me podría haber imaginado alguna vez.

Cerati me regalaba una noche perdida en el tiempo, una noche interminable que aun hoy, en sueños, vuelve una y otra vez con todo detalle: con el cielo estrellado, con la chalina azul en mi cuello, con el innombrable enamorado de Lucybel (al menos esa noche... SÍ fue así), con Lucybel tan llena de alegría que no podía más de sí, con la ronquera de tanto gritar: CERATI TE QUIERO!, con un “cruza el amor… cruza el amor por el puente” en la boca de todos y un “gracias por venir” TAN SINCERO que me arrancaba lágrimas de los ojos.

Una noche interminable y congelada en el tiempo, con un Cerati también congelado en el tiempo ETERNAMENTE BELLO, eternamente genio, eternamente perfecto. . . como lo son los primeros amores que quedan "allí", en algún lugar de uno y que al final (como todo)… terminan, y no está mal pues es el final (también) parte de la vida y del aprendizaje, bien lo dijo Cerati: “poder decir adiós, es crecer”.

Cerati le puso el soundtrack a mi historia y no pudo ser más ideal: Mi muy imposible primer amor y el coro de una noche de noviembre (llena de Cerati) que repetía: “quiero hacer cosas imposibles”.

Y es que él se la juega siempre así, "toreando" imposibles, siempre al riesgo, como cuando fuera de todo pronóstico apostó a una vida después de Soda Stereo… y fue todo un éxito!

No, para Cerati no hay imposibles y si se topa con alguno, pues pelea y lo vuelve un reto.

Y es por esto que hoy, fuera de todo pronóstico, fuera de todos los imposibles que se barajan alrededor de la salud de Cerati: yo se que saldrá de esta.

Sé que saldrá del coma, sé que si.

- Imposible? para Cerati? (ja!), eso dicen aquellos que no lo conocen.

08 junio 2010

Usted cree en el futbol?


- Qué si me gusta el futbol?
- Si Lu, estás como en “otro mundo” nena, o es que no te gusta.

Pienso la respuesta mientras Carlita me mira entre divertida y curiosa y sigue la ruta de mi visión (qué si me gusta el futbol dijo?) rie, me pega un codazo y continua:

- Ah… no me dirás que estás chequeando al arquero del equipo contrario y por eso andas en otro planeta verdad?
- Quien yo? – respondo tratando de esquivar la mirada de mi amiga - naaaa, estas loca..
- Loca? Pero si es tu tipo pues: greñudo, con cara de malo. Ya, no seas traidora que además nos están ganando! y si lo hacen el jefe estará de malas por mucho tiempo.
- Yo creo que igual va a estar de malas – digo mientras veo como “bajan” a mi jefe de una y sin piedad dejándolo empolvado y embarrado en mitad de la cancha.

Mis compañeros se levantan enfurecidos, gritan improperios: al DT, a la barra del lado, al jugador que “bajó” a mi jefe (el secretario de la Distrital que tiene como 20 centímetros más y 50 kilos menos), al que vende hot dogs y a todo el que se cruce en el medio.

Se arma una mini guerra al medio de la cancha, corren los jugadores, corren los de mi ofi, corren los de la otra ofi y me quedo yo en las graderías mirando al arquero del equipo contrario con un solo pensamiento en la cabeza: Sería genial que se dejara el cabello suelto, solo le falta eso para ser un Richard Tex Tex, pero… QUE MANERA de atajar la pelota!!!!

Lejos estaba de saber que tiempo después me enamoraría de él (de forma desesperada y tan acelerada que empezó y terminó en un mes … y él nunca se enteró), que tiempo después seríamos amigos y entonces descubriría que es un dulce y sensible rockero malvado. Lejos estaba de saber todo aquello. Esa tarde, en la final de futbol de mi trabajo solo tenía un pensamiento: Lo mejor de cada equipo, definitivamente… son sus arqueros.

La gente que me conoce sabe que tengo “cierta” inclinación (“cierta” … ja! una loca fascinación) por los chicos de greña larga y ropa negra (se me hacen una mezcla de ángeles con seres malvaditos y presumo es esta incongruencia la que me perturba más que nada), pero lo que no saben muchos es que tengo un “no se que” con los chicos que llevan guantes de guardameta. Es algo casi inconciente en mí el terminar arrebolada y con el corazón a mil cuando defiendo al arquero de cualquier equipo (es más.. si me preguntan quien fue la figura del partido… SEGURO mi respuesta sería: el guardameta!!!!, tanto como figura positiva como negativa).

Yep… el protector, el guardían, el caballero que vigila el palacio, el último obstáculo hacia la gloria final es el arquero y es el motivo por el que estuve la anterior semana moviendo los equipos (de mi fixture “Mundial 2010”) para ver si podré ver un duelo entre Messi (grande Messi que puedo decir) y el precioso Iker Casillas que tiene mi admiración elevada al cubo!

Duelo de titanes, sería un partido de infarto…

Me recuesto en mi cama y mientras hago zapping entre Fox Sport y ESPN (buscando por allí alguna noticia de Romero, otro al que le voy por… por que si nomás) recuerdo lo que me dijo “ mi experto personal en futbol”:

- "un buen equipo se arma de atrás para adelante" (al menos eso dice un viejo dicho) ... si tu arquero es seguro y de confianza piensas mas en atacar que en defenderte ...

Sabias palabras que definen magistralmente el rol de un arquero (lástima que "mi experto" le vaya a Julio Cesar del Brasil.... para variar seremos contrincantes) .

Ah… espero con ansias el mundial, quiero ver futbol de verdad, de ese que de tan cerebral y eximio resulta ser mucho más que un deporte.

Sonrío y recuerdo a Carlita

- Qué si me gusta el futbol?

Cierro los ojos y percibo a lo lejos el eco de una de las poesías que mejor responde esa pregunta. Poesía que a punta de escucharla cada fin de semana por radio antes de las transmisiones de los partidos... es ya un himno.

No se quien la escribió pero hoy como ayer la llevo en la memoria.

Carlita, esta es mi respuesta:

Usted cree en el futbol?

Mire, nosotros con toda el alma.
Porque es la gran epopeya del presente
La guerra sublimada, el olimpo encerrado entre cuatro tribunas
Son dioses en disputa, jugándose el reinado sobre tristes mortales.

Batallas de domingo.
Es el gran papel verde donde escriben poesías, empeines y cinturas
Barra de equilibristas, que enfrentan su destino bailando en una raya.
Duelo de voluntades abiertas… 12 pasos.
Grito que trepa y trepa de la garganta hasta el cielo
llevando una bandera colgada en la ronquera.
Es el vedar las armas, concretar ilusiones
apostar imposibles pensando en camisetas como escudos invictos,
zapatos como lanzas, canilleras amargas y rivales gigantes que solo son molinos.

Es todo el universo en 90 minutos
Aburrido y terrible, tedioso y explosivo
Artístico y vital, simple y desconocido.
Hermoso… como ella
La tragedia de un corner, la comedia de un foul,
el nacimiento eterno de los ídolos y la perenne caída de los dioses.
La inexplicable valentía del cobarde
El momento en que tiembla, el maldito valiente.

El terreno sin dueño
donde los descastados pueden volverse dioses.
Es la lucha del hombre, contra la destrucción.
La angustia de bolea, la vida de taquito, morir de sobrepique.
La gran inspiración que sale por el túnel a pintar hermosuras,
sin llamarse pintores.
A transpirar de vida su vieja camiseta.
Es el arte del siglo… su majestad
...¡¡¡El Futbol!!!!....