
Bien… entonces me preguntaba: Charly lo vale?
La respuesta me vino en una canción que casualmente no es de lo que muchos consideran “su mejor época” (allá en los ochenta) si no una creación del 2009, de un Charly que ya muchos daban de baja, que muchos habían vapuleado hasta el hastío y que era motivo de mofa más que de admiración. La canción proviene de un Charly que YA NO DEBERÍA HACER NADA (según muchos), y sin embargo y siendo que tiene más de 50 años de vida, que pasó por n rehabilitaciones (muchas frustradas), que lleva una continua pelea con demonios internos que “no le dejan salir” (disfrazados de crisis de nervios, paranoia, cuadros psicóticos de diferentes nombres y estilos) aún conserva la GENIALIDAD que hizo que se lo llamara “el padre del rock en español”, el precursor de lírica pura, sencilla pero profunda.
Lirica llena de ironía, dulzura pero realismo crudo y sencillo, vivencia propia y vivencia de muchos, todo junto, todo enreverado y es que la lírica de Charly es casi tan bipolar como su creador que bien puede ser blanco y negro (como el bigote) al mismo tiempo.
Entonces… Vale la pena?
Hoy, ahora, que me siento una perdedora, que tengo el cansancio de la “pulseta perdida”, del autogol, del optimismo de tener una buena mano y perderla frente a una carta de bajo valor… HOY me pega este tema y le pregunto al vacío:
Ché! Si te pones la camiseta, deberías saber porqué ... aunque digas que no me meta deberías saber porque te vas…
(deberías saber si te enojas por buen motivo o no… deberías)
Ché!, si es que entrante a mi apartamento, deberías saber porqué … es muy fácil decir lo siento, es muy fácil sentirse bien…
(es muy fácil, son solo dos palabras)
Ché, si en verdad me tomás en serio, deberías saber porqué …
Vale la pena?
Respuesta: Si!, claro que si. Cuando una canción tiene la suficiente fuerza para volverse parte de la historia de uno es necesario, es preciso ir (si se puede).

Iré porque “yo soy de la cruz del sur, soy el que cierra y el que apaga la luz” (No voy en tren), porque “todo el tiempo vivo en éxtasis” (La ruta del tentempié) con su música y por lo tanto puedo (al igual que muchos) ver la genialidad tras la locura de Charly.
Charly… ahí nos vemos!