28 mayo 2010

Día de %$#/&"


La respuesta a mi tercera queja (que ya fue escrita y verbal y si hubiera podido se la hubiera hecho con títeres y sombras chinas) fue: reunamos todos.

Y si nos reunimos; y se hablo de las metas de todos, de los sueldos y hasta del clima pero… no se tocó el tema puntual.

45 minutos después, en la soledad de mi escritorio, mordiéndome el labio inferior para no llorar/maldecir/gritar me preguntaba … porqué?

- Lucybel, te sientes bien? le llamaron la atención a … quien sabemos? – me pregunta Rol mientras me pasa un vaso de jugo de naranja.

Trato de disimular, más que nada porque la situación hoy me tiene predispuesta a odiar a todos los varones del mundo y sin mirarlo tomo el vaso de jugo de naranja, digo en susurro algo parecido a “estoy bien” y clavo la mirada en el monitor de la computadora.

- Ok … – dice Rol no muy convencido de mi respuesta pero seguro de que si insiste solo recibirá mi zapato como sombrero, así que se aleja a su escritorio tan rápido como puede.

Minutos después me llega un mensaje vía Skype:

Rol says: Por si acaso tienes mi apoyo.

Una ola mezcla de machismo con “no me importismo” se apoderó de mi oficina el día de hoy y me dio de lleno, en pleno rostro, golpeándome con dureza, sacándome por un segundo de mis casillas, mi autocontrol y mis ansias de… “meterle ganas” al trabajo.

Mirando la pantalla de mi computadora sonrío con ironía frente a la desigualdad entre el avance tecnológico de todo lo que me rodea (tecnología de punta) versus el machismo imperante y el ignorar las quejas de las mujeres con dos frases: “ellas son susceptibles a todo” y “es la histeria propia de los días difíciles" .

Ah…. tecnología del siglo XXI en manos de chicos con mentes del siglo XIX.

Una risa estridente y aflautada detrás mío me saca de mis pensamientos, no volteo porque sé exactamente quien es y su sola presencia me es repugnante.

Me pongo los audífonos y procuro no escuchar sus comentarios punzantes dirigidos hacia mí.

Me pregunto porque este tipo con voz de soprano me tiene tanta bronca si ni tan siquiera hablamos y me tienta dar la vuelta mi silla y encararlo, pero se perfectamente que tipos como este nunca aprendieron a discutir de forma civilizada sino a actuar "por atrás", de forma baja y ruin.

Simplemente con gente así no se puede debatir.

Subo el volumen de mis audífonos al máximo; no quiero ponerme mal y más que nada no quiero entrar en furia porque me conozco, porque sé que si bien es muy cierto que no hay NADA mas desatinado que ponerse de cuatro patas y responder ladrando a los gruñidos de un perro… pues soy humana y el auto control es algo en lo que aún estoy trabajando.

- Y encima mi jefe no me da el mínimo apoyo – pienso, me froto los ojos y suspiro – debí suponerlo.

Lidiar en un mundo machista siendo mujer, no es fácil. Lidiar en un mundo machista siendo Lucybel es todavía mucho más complicado: porque yo no me callo, porque yo respondo, porque no me gusta la injusticia, porque pido equidad, porque sé cuanto valgo, porque forjé un carácter en base a una premisa: YO LUCYBEL no soy menos por ser chica, yo Lucybel no creo en la frase “calladita te ves más bonita”.

No es fácil sí, sin embargo no dejo de pensar que soy de las afortunadas que hoy en día puede trabajar en algo relacionado a lo que estudió, que si bien tengo que aguantar las majaderías y faltas de respeto del chico de la voz aflautada también puedo pelearla por mi lado (ya que del jefe ni hablar), con altura y sin llegar a bajezas.

No es fácil, pero si muchos rockeros pelearon contra viento y marea para ser lo que son hoy, si muchas rockeras (diosas y ejemplos a seguir) no se amilanaron, no cayeron ni perdieron la fe en si mismas… porque no lo puedo hacer yo?

No es fácil… pero el camino al éxito nunca es fácil.

Hey! (cómo pude olvidarlo)

Busco en la lista de tracks el tema indicado. Limpio mi teclado de mala vibra y me exorcizo al ritmo de AC DC mientras respondo a Rol vía Skype:

Lucybel says: Gracias por tu apoyo Rol, a veces olvido que It's harder than it looks.



19 mayo 2010

Cuando se hace de noche...

Guardo la muñeca “rockera” en el bolsillo de mi jardinera, respiro profundo, alejo el mechón de cabellos que se le escapó a las trencitas, me repito que son solo 6 metros hasta la puerta y avanzo.

Tengo 7 años, pecas en la nariz y miedo, mucho miedo.

Sopla un helado viento que hace mover las hojas de los árboles produciendo un gemido lánguido y tristón, algo choca contra mi pierna izquierda, algo suave y húmedo que me hiela la sangre y hace que se me enchine la piel.

No miro, no quiero saber que fue.

- Solo faltan 4 metros Lucybel – me digo – solo 4 metros, tu puedes Lucybel, solo no corras, no te atrevas a correr.

Miro hacia el costado izquierdo como lo hago todas las noches, SÉ QUE NO DEBO, sé que sería mejor no hacerlo pero ejerce en mí una atracción tal que sé es IMPOSIBLE no verlo.

De pie, a la izquierda, se halla “él”: el monstruo, el ente más retorcido de todas las pesadillas. De pie se sacude y se retuerce mostrándome las cuencas vacías de los ojos, la sonrisa distorsionada en un grito perenne y cuando ya el miedo me supera, cuando los vellos de mi nuca se erizan y un frío intenso recorre mi espalda… ENTONCES… olvido toda precaución y corro cerrando los ojos, corro sin ver atrás, me topo con la puerta, la abro de golpe y entro a la habitación de mis padres.

- Pero… que niña esta. Qué no puedes entrar a una habitación sin tirar la puerta? – me dice mi madre con tono de fastidio mientras, tras volver del sobresalto por el ruido de la puerta, vuelve a su tejido.
- Es que le tiene miedo al jardín – dice mi hermano mientras me mira entre divertido y complice. - No es cierto! – replico yo, pero la palidez de mi rostro, el corazón palpitando a mil y el sudor que perla mi frente me desmienten.

Siento la mirada escrutadora de mi madre, directo a los ojos, taladrando mi alma. Se queda pensativa, suspira y dictamina:

- Mañana cambiamos si o si el foco quemado del patio. SI O SI!, de nada valdrán más peros Lucybel
- No es necesario, no le tengo miedo al jardín…
- Le tiene miedo al cerezo – interrumpe mi hermano
- No es así!,- le digo a mi hermano realmente enfadada, luego volteo hacia mi madre - ma... no tienes porque ponerle luz, así está bien –

Mi hermano levanta los hombros y vuelve a su cuaderno de dibujo, mi madre mi mira sopesando la respuesta y luego vuelve al tejido.

Entro a mi habitación un tanto avergonzada y molesta. No sé que me revienta más: tenerle miedo a la oscuridad y a como transforma las cosas cotidianas en … algo espantoso Ó el que mi hermano (dos años menor que yo) no le tenga miedo a nada (que yo sepa).

Mientras me meto a cama pienso: Tengo a Alice Cooper y Eddy en mi habitación en actitudes seriamente terroríficas y sin embargo estas no me causan miedo.

- Es solo la oscuridad… - me digo a mi misma mientras me adormezco – la oscuridad… y el cerezo.

Como mucha gente de mi generación (lastimosamente), a la edad de 7 años yo ya tenía claro que: si eres gorda, si eres fea, o si eres débil (miedosa digamos) tenías la vida arruinada y ya a nada bueno podías aspirar.

La tenía clara pero no compartía la opinión generalizada, especialmente en cuanto: que es bello, que es gordo, que es flaco y cuanto importa el CÓMO eres y es que mis modelos a seguir eran un tanto diferentes al común denominador.

En clase, mientras la rubia-oji azul de la Patricia se pavoneaba por el aula yo me preguntaba el porqué ella se comportaba así si… no era para nada parecida a Janis Joplin o Joan Jett, y no vestía ropa bonita ni original sino lo MISMO que todas las chiquitas sonsas de las películas.

Menos entendía a las compañeritas mías que, ya a esa edad, pensaban que se hallaban gordas o cuidaban demasiado su ingesta de carbohidratos o… peor aún definitivamente no querían comer nada de nada. Mis héroes exhibían sus físicos sin mayores complejos ni recatos mostrando: huesudos brazos o prominentes vientres SIN NINGÚN LIO no significando esto que uno sea mejor que el otro.

Y créanme, así eran increíblemente lindos.

Bue… con la estética entonces no tenía ningún problema, pero… otra cosa era la debilidad, el tener miedo y el no poder evitarlo, y si… acepto que me molestaba ya que pensaba que los miedos y las fobias no combinaban con la chica fuerte y segura de sí misma que quería ser y eso sí podía ponerle n trancas a mis aspiraciones y sueños (que en ese momento eran: ser vocalista de una mega banda de rock y casarme con el Sr. Spock o con Han Solo). Eso pensaba hasta que llegó esta portada a mis manos:


Y ví que lo vivía en el cerezo no era un ente maligno y devorador sino era Eddy. Eddy que en mucho es un “CONVERTIR” lo que temes en algo sin mayor poder sobre ti. Tener miedo es parte de la vida y la solución para dejar de temer era sencillita: no huir de lo que uno teme sino enfrentarlo de la misma forma que enfrentaba a Eddy en un "mosh" solitario en mi habitación al ritmo de Iron Maiden. Es más, seguro que detrás de cada temor hay un Eddy que gusta asustarte pero que no puede hacerte daño real: así como la noche, así como el cerezo.

Hoy en día mis temores son diferentes: miedo a la muerte de seres queridos, miedo a no poder pagar algunas cuentas, miedo a quedarme sin tiempo para hacer cosas que alimentan mi alma, sin embargo muy de vez en cuando (ya entrada la noche), al escuchar algún ruido extraño y sin explicación aparente, vuelvo a sentir la piel de gallina y recuerdo el cerezo….

… pero son solo segundos de miedo que son exorcisados por el coro de Fear of the Dark.





PD: Ronnie James Dio no morirá jamás, vivirá siempre en todas sus canciones y en cada rockero que levante la mano cornuta con verdadera pasión.

11 mayo 2010

Veneno

Llueve, pero más que una simple lluvia lo que hay afuera es todo un diluvio, si a esto sumamos que el viento sopla de cuanto en cuanto con fuerza increíble es entendible el porqué continuamos en la oficina. Lo que no es entendible es... qué hace él allá afuera, en la acera del frente, completamente empapado.

Una muy nerviosa chica se me acerca, apenas nos conocemos y creo que es por eso que titubea montón antes de decidirse y encararme de frente.

- Lucybel, quería pedirte un favor, no sé si podrías tu, porfa, salir un ratito y decirle a ese chico - señala afuera al muchacho que está parado en la acera del frente, empapado a más no poder - que se vaya nomás, que la Eli ya se fue a su casa.
- La Eli no es aquella chica de la esquina? – digo señalando a una tipa del fondo de la ofi, que apoyada en el hombro del “jefe” ríe a más no poder.
- SI – responde ella frotándose las manos en los brazos mientras se ruboriza – tu que eres como él tal vez lo puedas convencer, es... - mira por la ventana, suspira, me mira con sincera preocupación – es una larga historia que… no entiendo del todo pero me da tanta pena verlo así, si puedes por fa te lo agradeceré mucho, yo ya lo intenté pero a mí no me escucha, si?.

Esto pasó hace unos 5 años… y lo tengo tan claro en mi memoria como si fuera ayer.

Aun puedo ver las gotas cayendo de su chamarra de cuero, el largo cabello mojado, los ojos tristes; aun me veo cruzando la calle, con el paraguas que se daba la vuelta cada que el viento soplaba, pensando el porqué miércoles me hacía cargo de un lio que no era mío mientras, y al mismo tiempo, me veía reflejada en sus ojos tristes, en sus labios apretados, en su postura de “chico malo”.

Hace 5 años, muerta de frío, me situaba al lado suyo sin decir nada.

- No va a salir verdad? – pregunta él mirando al vacío, al frente, hacia el edificio donde Eli calientita y sin remordimientos coqueteaba con mi jefe.
- NO – respondo, estornudo y callo.
- Nadie te pidió que vengas – dice.
- Lo sé - le digo a tiempo que subo el cuello de mi chamarra – voy a pescar una pulmonía.

Me mira, dice un “mierda” muy bajito y se va. Lo sigo con la mirada hasta que dobla la esquina.

Hace 5 años con el cabello mojado, el paraguas al revés y la furia contenida me preguntaba porque amar dolía tanto, porque a veces nos permitimos tanto daño, porque dejamos que nos lastimen, que nos humillen, porque es tan difícil dejar de amar, porque simplemente nos torturamos y ya.

Hoy, la pregunta surge otra vez y tal cual pasara entonces… tampoco tengo la respuesta.

Solo sé que tiempo después, en un boliche, se me acerco un chico de chamarra de cuero y largo cabello a preguntarme si no pesqué una pulmonía; se que entonces puse cara de “interrogación” mientras él, (que traía de la mano a una chica que no paraba de mirarlo, que no paraba de sonreírle) moría de risa, gruñía mostrándome la mano “cornuta” y se alejaba abrazado a la rockera embelesada. Tan diferente ella a la Ely tóxica y venenosa, tan diferente él a sí mismo bajo la lluvia, empapado en tristeza, resumiendo gotas de “amor masoquista”.

Las cosas pasan, los peores recuerdos se difuminan de la misma forma que la lluvia se termina y que el efecto del veneno (si es que no te mató) desaparece del organismo.

05 mayo 2010

Escorpiones en las alturas


- Chamarra motoquera.
- Obvio, pero yo que vos compro otra, la tuya está pidiendo jubilarse, además… tanto agujerito de pucho? pero Lu que haces con tu chamarra?
- Pantalones a envejecer “naturalmente” y con roturas en lugares "especiales" .... mmmmm, tengo hasta septiembre
- Eh… sip supongo... ah... a que te refieres con lugares especia... ?
- Botas con tacos de 15 centímetros
- Iras con botas de 15 centímetros? Pero es que no vas a saltar?
- Claro que saltaré
- Con botas?
- No pienso ir sin vestirme como SIEMPRE quise vestirme… tan rock de los ochenta como sea posible.
- Bueno….
- Lapiz labial “rojo encendido de esos que solo usan las chicas malas”
- LU! Pero vas a ir a un concierto o a que!

Escucho la risa de un chico detrás de nosotras, me doy la vuelta y un flaco de melena rizada nos sonríe mientras vuelve a colocarse los headphones, "No Pain no Gain" sale de sus audífonos y se me enchina la piel.

Ya comenzó el ataque de los Escorpiones.

Con las entradas en la mano, a meses de uno de los conciertos MAS esperados de todos los tiempos aun no puedo creer que EN VERDAD vayan a llegar.

Me sumerjo entre el mar de gente que llenan las calles centrales mi ciudad. Ando por ellas como dueña de un tesoro, como portadora de la llave hacia un mágico mundo y la sensación de ser participe una vez más de una experiencia mas que divina me sobrecoge.

Faltan meses si, pero se vive la emoción ya desde ahora: con los preparativos al detalle, con las canciones en los headphones, con mi sonrisa imparable.

Scorpions por fin en Bolivia!!!!!

- Ubicas la chica que juega Pool en el video Big City Nights?.... yo quiero ese cabello, donde será que podré peinármelo así no?, sería genial….

La escucho a medias… vuela mi mente a otro video que me trae recuerdos dulces y de nostalgia profunda; se cruzan escenas llenas de vapor, de calor y aroma a manzanas verdes de burbujas para tina de baño.

El heavy metal es divertido, irreverente, sensual... tan lleno de minas en mallas sadomaquistas, en topless, en vestidos rojos re minis que es CASI imposible (a veces ) creerse el cuento que las canciones más llenas de romanticismo pertenezcan a este género. Pero así es , y no hablo de ese romanticismo empalagoso, pueril, masoquista del pop facilón (sorry pero: TE QUIERO AUNQUE ESTES CON ÉL… es como para matar al cantante por gil! o pensarla dos veces antes de meterse con el que te dedicó eso; quien sabe y es un psicópata porque…. pensar así no es nada NORMAL). Hablo del amor bonito, que ensalza, que llena, que te mantiene en vilo, que renace en un suspiro cada que una escucha cosas como Still Loving you o Send me an angel o…

- Hey Lucybel!, no me dejes hablando sola y deja de soñar despierta… eso es tan…
- You and I? de Scorpions?
- WTF? …. Oh Dios… y pensar que estarás así hasta septiembre!!!!!, hasta el concierto!!!!!!!

16 de Septiembre Scorpions en La Paz – Bolivia…

(yo ya tengo mi entrada y aun creo que es solo un sueño, de ser así…. no me quiero despertar)