Luz, cámara... rock!

Me tiro a la cama, re cansada, fatigada, deprimida y hastiada de absolutamente todo. Hoy el mundo va en una dirección y yo en otra y seguirle el paso (nadar contra MI corriente) fue cosa dura y extenuante.

Palpo las cobijas buscando el control remoto de la Tele, más que nada para sentirme acompañada y dormir (antes de que estalle en llanto) arrullada por algún sonido (pretendo escuchar rock clásico en VH1) pero … están pasando uno de esos Realitys que, a esta altura ya son re cansadores. Tras un zapping violento decido que mejor me dejo arrullar por los Simpson. Tiro el control al pie de la cama, tomo mi "polera" más fresquita para dormir y repto hasta la cabecera de mi cama.

FOX se halla en propagandas y mientras me meto a camita caigo en cuenta que los Simpson ya terminaron y que ahora empieza una serie “nuevita, nuevita” llamada Glee (fuck!); miro el control de la tele que al pie de mi cama pareciera que se halla a KILOMETROS de mi, suspiro, me gana la flojera y prefiero dejarlo ahí, total a la 12 como siempre el televisor se apagará solito.

- Haber Lucybel – me digo mientras subo con mis pies la cobija hasta la altura de las rodillas – ni tanto drama, total, en 5 minutos estarás dormida.

Una hora después, sentada al borde de mi cama, apago la tele y salgo al balcón a ver la noche. El aire es caliente, la noche estrellada y hermosa, hay un algo salvaje en el aroma del pasto mojado por la lluvia de la tarde. Algo salvaje que me hace estremecer y torna en físico el sentimiento que me satura: SI, puede que me sintiera mal, deprimida o que se yo, pero es solo un estado: no claudico, no me rindo, no dejo de buscar lo que quiero, no dejo de creer.

Es increíble como una historia muy bien contada, muy bien escrita y con música de la BUENA de por medio puede llegar a conmoverte, a estremecerte al punto de que deja de ser solo una historia y se transforma en parte de la vida de uno.

En lo personal, varias películas en MI VIDA lograron este cometido llenando todas mis expectativas al saltar de la pantalla grande y hacerse parte del anecdotario de Lucybel, 2 de las más rockeras, cuya mezcla de trama y música se impusieron en mi mp4 desde entonces hasta el día de hoy son:

School of Rock: No hay una trama rebuscada, no hay “héroes”, ni “villanos” o… una moraleja final que deje a más de uno pensando. NO , no hay nada de eso. School of Rock es solo un pretexto para aprender sobre… rock. Es un manual llamado “rock para principiantes” donde de forma sencillita y simple se resume lo que hace de un rockero “de verdad” una MEGA estrella, lo que hace de un grupo de rock “de verdad” un MEGA triunfo. NO hace mucho tiempo, escuchando una DEVASTADORA entrevista a un grupo de rock paceño (donde… solo por decir lo menos los rockeros invitados se RE QUEMARON en una emisora de radio) me preguntaba: “ pucha… será que estos chicos no vieron mínimamente School of rock?, es que no saben que para ser bueno en algo hay que saber un poquiiiito sobre QUE TIPO DE MUSICA ESTAN TOCANDO? (responder: "tocamos música" es… pucha… no hay palabras) saber sobre la historia, los orígenes, el porqué de lo que uno interpreta?, saber un tanto de influencias e historia del rock?”. Otra vez… viendo una pobrísima presentación de un grupo de rock en un boliche, donde el guitarrista apenas se movía, donde el vocalista (cuya pinta deprimía a más de uno) cantaba como “para sí”, sin siquiera ver al público y con tooooooodo el desgano del mundo, me re preguntaba: “será que al final de su “tocada” les paso una copia de School of rock para que tengan una leve idea de cómo se arma un concierto de rock?, para que vean cómo es que se logra transmitir visual y auditivamente la emoción del rock a sus espectadores?”.

Esta película que en lo personal me tuvo leyendo y re leyendo cuanta cosa sobre: historia de la música (del rock principalmente), influencias, instrumentos se me pasaran por delante, es una de las IMPRECINDIBLES y parte ya de mi vida.

La otra es Almost Famous

Basada en la historia de Cameron Crowe (el director de la peli en cuestión) y su experiencia como cronista cuando viajó con Led Zeppelin, Almost Famous es la historia de un chico de 15 años que, contratado por la revista Rolling Stones (que en realidad no sabe que él tiene 15 años), viaja con Stillwater (banda ficticia de rock) con el fin de hacerles una entrevista. Este viaje refleja en mucho la vida de un rock star de verdad pero… aún mucho más, es un vistazo hacia las fantasías, los sueños, anhelos y conceptos que tiene un (a) verdadero (a) fans sobre un grupo. Ese amor incondicional a la banda, el conocer cada uno de los temas, hacerlos propios y amarlos tanto que llegan a doler (tal cual lo dice una grupie en la película). Dos historias sobre fans marcan el argumento: por un lado está el “cronista de rock”, ese que hace crítica sobre lo que lo apasiona y que… CREE poder ser objetivo al escribir sobre aquello que ama, por otro lado está la groupie que se cree el cuento (al menos al principio) de que solo estar con los chicos del grupo es suficiente: nada de enamorarse, nada de relaciones serias, solo “pasarla bien” y estar cerca de aquello que adora… “EL ROCK”.

Obviamente la película te enseña que el amor ciega en todo sentido, que amar y ser objetivo, que amar “hasta por ahí” es, si bien no IMPOSIBLE, pues… bastante difícil. A mí en particular me llevó a entender mejor a todos aquellos AMANTES INCONDICIONALES de algo, los fans a morir de: música, comics, películas, series, etc. cuya pasión extrema es muchas veces despreciada, tildada de freak por aquellos otros que simplemente no entienden (tal vez porque no lo vivieron) el grado de AMOR al que se puede llegar por algo que no necesariamente es una “pareja”.

Si lo sabré yo que amo el rock con todas mis fuerzas.

Sonrío recordando todo aquello mientras miro las estrellas, disfrutando de la hermosa noche “cuasi tropical” de mi actual ciudad. Cierro los ojos y canto bajito el estribillo del tema que hoy me recordó un MUCHO el porqué estoy acá y que“casualmente” fue el protagonista de la nueva serie de FOX (Glee); serie que fuera de todo pronóstico, no es solo un musical más (vacío y sin mucho sentido) sino una serie bastante heterogenea en todo sentido (como la vida misma claro), de trama sin mucho encaje ni decorado como al que Ryan Murphy (creador de “Nip Tuck”) nos tiene ya acostumbrados y de LOOSERS, como fuimos todos alguna vez en algún momento.

No sé si la serie es recomendable pero valió la pena SOLO por la interpretación sin macula alguna de ese hermoso tema de Journey que me recordó quien yo soy. (wow!!!! , como no vibrar con Steve Perry y la música tremendamente grandilocuente de Journey que la llena a una de energía positiva).

Canto bajito mirando las estrellas y de pronto mis problemas se hacen más pequeños.

AH… esa es la magia de aquellos que tenemos la suerte de amar algo que “siempre” estará allí, como la música… como el rock.