A Magical Mystery Tour

A pesar que los tengo en la mano, que AHORA son míos, que dentro de apenas minutos podré escucharlos… aun no puedo dar crédito a tanta maravilla.

Si bien tengo los cds (remasterizados y sin remasterizar, pirateados y sin piratear) y tracks mp"treados" (en bajo y alto “bitraje”)…. NO ES LO MISMO, lo sé.

Llego a casa de mi madre (la única de la familia que conserva un tocadiscos en buen estado) que me recibe con los brazos abiertos y la sonrisa sincera. Tras un “qué bien que viniste hijita” paso del corredor al soleado patio donde mis primitos (Violeta de 9 y Marco de 8) juegan con los perros. Veo que mi abuela se halla unos metros más allá sentada en un banquito resolviendo un crucigrama. Me entra un "no se qué" de nostalgia (debido en parte a que fue mi cumpleaños, a que POR FIN tengo los discos de “vinilo” que siempre quise, a que ahora vivo lejos de acá y sola, a que todo es igualito a cuando YO misma tenía entre 8 y 9 años) que… me supera.

Pienso que solo falta mi padre (que anda taaaaaaaaan lejos del país y aun mucho más lejos de mí) y …mi hermano. Esta última certeza (donde demonios está mi hermano?) me devuelve un poco de serenidad y paso a preguntárselo a mi madre.

- Ya viene - responde ella mientras mira mis vinilos - Y eso? - pregunta.

La miro y mis ojos sonríen. Me ubico mejor para que todos puedan mirar mi preciosísimo y tan rebuscado regalo, carraspeo un poco logrando la atención general. Todos me miran, todos expectantes.

- Son los discos Rojo y Azul DE VI-NI-LO de los Beatles! - digo a tiempo que los muestro de la misma forma que presumo Moises tuvo que mostrar las tablas de los 10 mandamientos.

El silencio que secunda mi acción es TAL que hasta se llega a escuchar la banda de música de la plaza (a 3 cuadras de casa de mi madre).

“Que es vinilo?” pregunta en semi murmullo mi primito más pequeño a Violeta que solo atina a encoger los hombros y rascarse la cabeza.

- Hijita, ya a esta altura deberías pensar en comprarte algo más útil, como ropa mínimo, otra polera por ejemplo, siempre con la misma polera negra – dice mi madre con ese tono entre divertido y acusador (a esta altura creo que ya aceptó que su hijita piensa muy poco en moda) que tanto divierte a mi hermano.

Abro la boca tratando de explicar (por enésima vez) que no es LA MISMA POLERA, que parecen iguales porque todas son negras pero…

- O un vestido…. algo femenino – remata mi abuela volviendo a su crucigrama.

Suspiro ...

- Debí esperarlo - me digo a mi misma acomodando los vinilos bajo el brazo. Me dirijo rumbo al “living” pero antes, se me ocurre que TENDRÍAN QUE SABER que lo que llevo es un tesoro, algo más que simples discos de música, así que en voz alta digo:

- Algún día estos discos valdrán una fortuna, son un tesoro, un legado que dejaré a mis nietos….
- Cuales nietos hijita si ni hijos tienes, es más ni casada estás…. Interrumpe mi abuela sin siquiera levantar la vista del crucigrama.

TOUCHÉ!

*****************************************************************

Voy como 8 minutos escuchando el Disco Azul.

“Lucy in the Sky with Diamonds” llena la sala de magia, el sonido de la aguja en el disco me transporta en el tiempo… casi puedo ver como mis jeans se tiñe de espirales entre rosa, celeste y verde fosforescente… mientras diminutos girasoles brotan de la alfombra…

- Jamás había escuchado nada parecido – dice alguien dándome el susto de mi vida.

Al borde del paro cardiaco me doy la vuelta presta a mandar al demonio al osado que casi me mata de un susto pero me quedo a la mitad de la intención.

Detrás mío se halla Violeta, tiene el rostro arrebolado, la mirada semi perdida y esa expresión de éxtasis que… que creo que solo se la vi a Ringo Star cuando “descubrió el fuego” mientras interpretaba a un cavernícola en la película “Caveman” (jajajaja).

Violeta se sienta a mi lado, lanza un oh… sorprendido y me mira señalando el tocadiscos a tiempo que empieza “ A day in the life”.

- Que e….
- Es el sonido de la aguja rasgando el disco – le respondo
- Suena diferente… - dice ella con la mirada perdida y la sonrisa de oreja a oreja.

Ah… la magia de los chicos de Liverpool…

En 1973 Capitol y EMI lanzan un compilado de “lo mejor” de los Beatles en dos albums (cada uno con dos discos de vinilo) a modo de “resumir” 9 años de carrera de uno de los mejores grupos de rock de todos los tiempos.

El Album Rojo (1962-1966) recopila aquellos temas compuestos por un Paul y un John que presumo no tenían NI IDEA (en ese entonces, hablo de 1963) de lo increíblemente importantes que serían para el desarrollo del rock actual; Love me do, She Loves you, A hards Day night (mi favorita), Yesterday, Help, Nowhereman son solo algunos temas de este álbum. Temas que inspiraron corrientes, estéticas (la melenita controversial) y fueron el puntapié de una REVOLUCION musical sin precedentes.

SI bien el rock había nacido en USA, fruto del mix cultural de afroamericanos y migrantes europeos (ya americanizados), de un blues ya no más sufrible, de un folk de aires campiranos, de góspel tan religioso que a veces (escuchando Death Metal) es casi imposible imaginar que el origen de todo aquello se dio en una iglesia hecha EXCLUSIVAMENTE para gente de raza negra (segregada); la recepción de este ritmo fue tan bien canalizado por Inglaterra, tan apropiado, tan enraizado entre sus calles de neblina y humedad constante (con los beatles entre muchos grupos, pero especialmente con ellos), que a veces uno duda si el verdadero rock (el consolidado, el ya GÉNERO PROPIO) fue realmente americano.

Porque si bien el origen fue ese… la mutación, la experimentación se dio en mucho en Europa.

Y qué mutaciones….

El Album Azul (1967-1970) lleva entre su lista de temas ejemplos de las composiciones más locas de la historia(en su momento al menos) . Locas en melodía y lírica, locas en intención y exceso de imaginación; experimentales hasta más no poder: Lucy in the Sky with Diamonds, tema inspirado en el retrato que hizo el hijito de John (de 4 años) de una compañera de kínder llamada Lucy que en la mente de este pequeño se hallaba en el cielo con diamantes (AH…. cuando pienso en la historia de esta canción en el sentimiento que inspiró a este niño a dibujar a su amiguita de esa forma pienso… qué no daría yo por ser visualizada así), I’m the Walrus, Don’t let me down, Come togheter… temas que ya son INMORTALES, que aun en la actualidad son interpretados en diversas formas y en diversos ritmos por grupos cuyos integrantes (al igual que Violeta y yo) nacieron décadas después, que ni los conocieron pero que aman su música como cualquier fans de la época.

Violeta me pide por 3era vez que no olvide pasarle la letra, traducida al español, de todos los temas de ambos albums al margen del cd reeee trucho (pero con como 100 mp3 de los Beatles)que acabo de prestarle.

- Especialmente de tu favorito – me vuelve a recalcar mientras observa como con MUUUUCHO cuidado meto cada vinilo en su sobre correspondiente.

- No te preocupes – le respondo – te contaré todo lo que sé sobre ellos, ahora ve a almorzar si no tu madre me va matar - le digo, al volver a escuchar el llamado (grito estridente) de mi tía.

Ella me mira pero no se mueve, se queda pensando.

- Pasa algo Violeta?
- Eh… quería saber si el próximo fin de semana podríamos escuchar otra vez los Beatles pero con tus discos… es que… suena tan lindo… como del espacio… como antiguo…

(VIOLETA! A ALMORZAR!)

Ella sale corriendo.

Claro que los escucharemos en vinilo, porque hacerlo así es como subirse en una misteriosa maquina (quien sabe y ésta es amarilla y hasta submarina) y realizar un viaje mágico y misterioso hacia una década de: flores en el cabello, deseos de paz mundial, lentes con vidrios de colores y música maravillosa.

Claro que los escucharemos en vinilo, como fue la grabación original, como la escucharon los chicos de mi edad pero hace ya 40 años atrás, como seguro la escuchó por primera vez mi padre, como la grabaron por primera vez los Beatles.