Sobre la nieve derretida....

Hasta no hace mucho pensaba darle toda la razón a mis amigos:

- Lu, te volviste muy fría, muy poco cariñosa, eres un témpano de hielo vestido de negro.

Y si, en realidad era así. Muchos motivos habían terminado con lo que quedaba de la Lucybel de colegio que se le prendía al cuello a su chico, que le escribía cartas MUY raras, (tan encriptadas que seguro HOY ni YO las entendería, dignas de Nostradamus) y que charlaba de 0:00 a 5:00 de la mañana por teléfono todos los días (hasta el día de hoy, con todo y que viva lejos… soy la principal sospechosa si sube la cuenta del teléfono en casa de mi madre).

La respuesta a mi frialdad, a rehuir a los abrazos, a tomar con ironía las palabras de cariño casi siempre era:

- Lo que pasa es que ya no soy cursi, no soy una cría tonta y romantiquísima.

Y bueno, siendo que tal respuesta más o menos coincidía con la pinta pues, no había réplica que dar.

Salve oh Lucybel, La Reina de las Nieves !!!!!

Transcurre el sábado y a mí la sangre se me calienta de a poquito, siento un ligero temblor el momento de ver la hora y comprobar que ya pasaron 5 minutos después de lo acordado. Suspiro y maldigo mi comportamiento… para luego sonreir y darme cuenta que después de mucho tiempo… estoy viva otra vez.

Lo miro y me asusta lo perfecto que es, lo abrazo tan fuerte como puedo antes de que se deshaga en el viento como todo aquello que amo, él me sonríe y me invita a pasar.

Sentada a la orilla de su cama escucho las canciones que interpreta para mi, estoy completamente segura que podría pasar el resto de mi vida así, solo escuchándole: me encanta su voz, me gusta ver sus manos rasgando la guitarra… me sonrojo e intento reaccionar a la única verdad que a fuerza de latidos del corazón se impone cada vez más dentro mío.

- Ah…. la…, me estoy enamorando! (pienso), de verdad si!, ESTO NO ES UN SIMULACRO!

Él deja la guitarra y se sienta a mi lado, charlamos y pienso que debo medir mis palabras, pensarla miles de veces antes de hablar pues lo único que me nace decirle es que: el negro de sus ojos es mi noche perfecta, que quisiera besar la punta de sus dedos, que presumo debe ser delicioso impregnarme en su loción, que….. Y no debe saberlo, no, aun no.

Por este motivo mis frases son incoherentes, son una maraña de textos censurados e inconclusos.
- Lo siento… yo no suelo ser tan… tan… (y ni eso puedo hilar con claridad)
- Vamos por un fernet - me dice

Suena Def Leppard de fondo (podría haber noche más perfecta?), el boliche es ideal, sabe a rock y complicidad y … a su mano sosteniendo la mía.

Hoy que lo extraño (te extraño no sabes cuanto…), que necesito sus abrazos y sus besos (te extraño!), que sé debo ser paciente y esperar …. (FUCK!, te extraño!), se me hace muy lejana la Lucybel fría y sin sentimientos… esa era otra que no tenía idea de lo mucho que puede una llegar a amar.