Gatos del Infierno!!!!

Oscar (que no salió entero) - Guitarra, Olber - Bajo, Marcelo - Batería, Jorge - Teclado y Rodrigo - Vocalista

Poster en mano derecha e invitación a un concierto en El Alto en mano izquierda el único pensamiento que se me venía a la mente era...

- NO nos pueden hacer esto!

Una mirada a mi amigo me confirmó que no solamente yo estaba en estado de shock.
- Cómo está eso de que se separan? pregunta él mientras busca los 6 lucas del cover.
- El baterista se va del país - es la respuesta.

Pinche baterista es MI RESPUESTA.

La primera vez que ví a los Hellcats (en la Puerta Secreta obviamente), supe que Dios existía. Sé que puede sonar demasiado exagerado y es muy posible que si, que sea así, pero... para una chica cuya única música en vivo se daba muuuuuuuuuuuuuuuuy de vez en cuando (solo con Festivales como el de la Chela y Ceratti por ejemplo o el Urban Fest y Rata Blanca ) pues, escuchar MIS temas, corearlos, cantarlos a voz en cuello era Y ES algo divino, es la catarsis a todos mis problemas, es la consumación (ceremonia, fiesta y luna de miel) de un amor incondicional... el HEAVY METAL.

Los covers tocados por los Hellcats (que van del heavy primigenio, de aquel nacido en Inglaterra por los sesenta hasta el glam más básico y comercial de los ochenta) son de aquellos que NO pueden inspirar nada más que un YEAH! y levantar la mano formando cuernitos dando gracias a la vida por la música. No es violento (al menos no como el black y el death), no es depresivo (góticos y emos abstenerse), no es más que Heavy en todas sus variaciones y si por ahí se cuela un tema romántico en extremo (July Morning le parte el alma a cualquiera) es que ESTO también es parte del talento y la genialidad de estos chicos que unen generaciones, que logran hermanar a todos los rockeros, quieran estos o no.

Son las 3 de la mañana, el último tema de los Hellcats es coreado por todos.

- Brindo por que no se vayan - les digo

Ellos solo sonríen.

- Y es que van a volver ya lo veras - me dice un amigo

Me aferro a esa idea, me cuelgo del hecho de que los músicos NUNCA dejan de hacer música. De que un músico de verdad solo tiene "pausas" y luego vuelve porque si NO toca su vida es vacía.

Esta entrada como muchas que aun no puse, ME LA DEBIA.

Salió como pudo porque solo es un conjunto de emociones que andaban atascadas entre arteria y arteria latiendo cada vez que me enteraba que los Hellcats tocarían.

Es también un hechizo, un conjuro para que los Gatos del infierno vuelvan a llenar las noches de música y emociones.

Espinita menos... esta entrada me la debía.